5 meses y 16 días. Así de fácil resume el Servicio Público
de Empleo Estatal (SEPE… el INEM de siempre), mi vida laboral. Aunque yo os
aseguro que es mucho más. Aquí va mi propia cuenta:
Desde adolescente, ayudé a unos amigos en su empresa (hoy
extinta), durante un mes en verano, y esto duró unos tres años. Obviamente,
como era un acuerdo entre amigos, siempre lo cobré en negro. Y ojo, a mí ya me
parecía bien.
Después llegaron mis dos veranos en Londres, trabajando de
camarero y recoge-vasos en una discoteca de la ciudad. Un trabajo muy molón, de
esos que con 18 y 20 años… ¡te hacen sentir el rey de la fiesta! ¿La putada?
Pues que al tratarse de Inglaterra, se debía hacer un papeleo bastante
considerable para pedir el traslado de vida laboral. Yo no sabía hacerlo, y mis
jefes no estaban por la labor. En el fondo, siempre pensé: “Para qué
preocuparme por tener 2 meses más o menos de vida laboral… si sobra trabajo, y
a mí ganas?”
Mientras continuaba con la carrera, llegaron otros trabajos
y trabajitos remunerados y cotizando, tipo camarero o teleoperador. Trabajos a
media jornada para poder combinarlo con el estudio, lo típico. Hasta que
llegó…. LA GRAN OPORTUNIDAD: UNA BECA DE DOS AÑOS!
2 años trabajando para una agencia de noticias… como
BECARIO. Una beca formativa buena, suficientemente bien pagada, en donde te
preparaban para ser periodista. La típica beca que antaño te abría las puertas
al mercado laboral (y trabajando de ‘lo tuyo’).
Pero ya se sabe, una beca es una beca. No cotizas, y por
consiguiente, no se suma a tu vida laboral.
Así que a ‘grosso modo’, he trabajado bastante más que dos
años de mi vida. Aunque para el INEM eso poco importa.
La verdad es que tampoco me hubiese importado mucho si hubiera
encontrado trabajo a mi regreso a España. Pero ahora, que ya llevo unos meses
sin un curro estable… pues reconozco que tener más meses cotizados, y un
poquito de derecho a paro, me vendría muy bien.
Esto me vino a la memoria hoy, cuando renové mi “demanda de
ocupación” del SEPE por Internet.
Recordé visitar las oficinas del SOC (Servicio de Ocupación
Catalán) en enero. La señora del mostrador, toda empática, me dio clases de “lo mucho que
os explotan con las becas” (como si ella supiera), y me dijo que como no tenía
aún finalizada la licenciatura de periodismo, solo podían poner en mi
expediente laboral oficial que tenía el título de bachiller, que había
trabajado en hostelería y que buscaba trabajo de pinche de cocina. (¿?¿?). (Esto
último se ve que lo tenían apuntado desde 2004).
Me reí enormemente.
Según el INEM, un albañil que tenga hecho un cursillo por el
llamado “Servicio de Ocupación” de Comunicación Oral, Márketing 2.0 o de Cómo
hablar en público sin ponerte nervioso…. ¡Tiene más posibilidades de ejercer de
periodista que yo!
Opino que sí, que la profesión está en punto zombie, y que
un albañil puede tener más dotes comunicativas que yo. Esto seguro. Pero es
algo triste que el Servicio de Ocupación funcione tan mal.
Así que aprovecho mi blog para hacer un llamamiento a los AMIGOS EMPRESARIOS, para que me contacten por aquí y les mando mi currículum
real.
;-)
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